sábado, 1 de octubre de 2016

IMÁGENES...

"Fotografiar es convertir en recuerdos historias a las que muy pocos prestan atención" 
Que frase mas acertada. Ni siquiera recuerdo donde la leí. Pero cuan expresiva es. Otorga a la fotografía la capacidad para hacernos regresar en el tiempo y  formar nuevamente parte de ese instante de la historia que, de otra manera, se perdería.

La fotografía es el uso de la cámara para capturar lugares, rostros, objetos, etc. Mas que eso, fotografiar es congelar un momento, una emoción, un gozo, un "mood", un deseo, un sueño. Fotografiar es congelar un instante de la vida en un disparo.

Cada foto que tomo cuenta algo de mi y de mi estado de ánimo . Por eso la variedad de fotos. Porque los estados de ánimo son muchos y cada uno puede ser captado a través del lente. Mis tomas solo recogen instantes íntimos. No las quiero mejores de lo que son porque son ellas las que me van a devolver a ese lugar específico y momento exacto de la vida que ya pasó, haciéndome sentir lo mismo que sentí al tomarlas; a ese momento que siempre tendré mientras la fotografía exista.

Es como si, ante la foto, pudiera volver a amar y casi tocar  esas pequeñas cosas, cuando ya no están. Acaso no hay mejor cura para la mala memoria que una buena fotografía?

No me gusta usar filtros ni muchas herramientas para modificar y hacer mas bella la imagen . Solo un recorte aquí y otro allá para enmarcarla. Creo que las imágenes, sean retratos o paisajes, demasiado perfectas nos alejan de la realidad y su crudeza. Otra cosa es la fotografía publicitaria en la que aprecio mucho la manera de presentar rostros y sitios de ensueño. Ese sí es trabajo para el fotógrafo profesional: hacer de una toma común algo casi perfecto!

Considero que una cámara de excelente calidad puede hacer mas fácil la captura de ese instante pero no cambiará la esencia de lo que mi mente quiere guardar.  Por eso, no busco una cámara profesional carísima ni un software para componer la imagen. Por eso, aunque me parecen lindas las imágenes perfectas, las mías las prefiero con mínimos retoques.

En la actualidad es muy fácil y apetecido tomar fotos de todo y de todos: parece que ya no participamos completamente de los acontecimientos porque una parte nuestra está pendiente de registrar lo que esta pasando para compartirlo enseguida. Aunque a muchas personas esto les resulta un poco abrumador, a mi me parece casi fantástico que se pueda plasmar con tanta facilidad lo que pasa en la vida de las personas.

Lo mejor de las fotos es que no cambian nunca aun cuando las personas y las cosas en ellas ya hayan cambiado.  Por eso las fotos que mas atesoro son las que muestran que en ese instante las personas en ellas están alegres, entusiasmadas, felices!

Las fotografías, como las cartas -ahora en desuso-, son como pedazos de otro tiempo en la vida del que las toma y se vuelven cosas inoportunas en las manos de otros. Para mi, las fotos personales le pertenecen a cada uno y deben morir con uno; que nadie sienta que debe guardarlas eternamente porque fueron nuestros tesoros: acabarían siendo una carga muy pesada!

Cada foto cuenta una historia. Revisar las fotos tomadas por alguien puede mostrarnos una parte de su vida, de lo que ama y de lo que no quiere perder. Porque con ellas se está tratando de abrazar un lugar, un rostro, una emoción: para tenerla por siempre y nunca olvidarla aunque ya no esté.

El peligro que se corre es que cada quien interprete de una manera diferente esa historia cuando falta la versión del tomador. Pero ¿que le vamos a hacer? Mirar con atención los momentos captados en fotos en sesiones no profesionales es una forma de reconocer y dar crédito a ese mundo siempre escondido de lo que nos llama la atención y de lo que se admira cuando nadie nos ve...