domingo, 1 de junio de 2014

Susurros de pasión y ternura...

Como me gusta quererlo. Verlo y sentir que es tan ajeno y tan mio. Querer abrazarlo con mi cariño y que se sienta comprendido, acompañado y querido. Acomodarme en el hueco entre su pecho y sus brazos. Yo lo veo poco y lo quiero tanto... cuánto lo querrán esas personas que lo ven a diario? Amores de locos. Contra todos los pronósticos: duradero a pesar de las distancias, profundo a pesar de lo informal, refrescante a pesar de lo intenso. Siempre ahí. Tan lejos y tan cerca. Completamente mío cuando está conmigo.

Frases sueltas. Oídas por ahí. Susurros entre amigas y cómplices. Llenos de vida, alegrías y tristezas que están y no están. De pasiones que también albergan ternura. Que se guardan muy adentro del corazón y que no se dicen sino en momentos de vulnerabilidad.

Cada una de ellas retrata un rostro amado distinto pero también el rostro único de la intimidad. Solo encadenando unas a otras parece que fueran frases de una misma historia. Y en la realidad hacen parte de la historia de todos los amores. No todas al tiempo ni con las mismas personas pero siempre presentes en las relaciones de los que se quieren con pasión o de los que han cruzado los límites permitidos socialmente. 

Historias que se convierten en una página solo compartida por dos y que algunas veces, y en forma muy confidente, se deja entrever a pocos.